Tengo mis expectativas altas, en abundancia. Pienso que todo viene de la tranquilidad, de la calma, nada que traiga estrés o ansiedad puede ser bueno.
Estoy accesible, dispuesta y con expectativas. Sé que la vida tiene grandes cosas para mí y tengo la capacidad, espacio e interés de recibirlas.
Le pedí a Dios, que me ayudará a darle importancia a mi voz, le dije que lo que yo tenía que decir si era importante, valioso y podía ayudar a muchas personas. Siempre lo supe, dentro de mi corazón. Y me lo dio, con una comunidad que nunca me imagine tener, tengo nuevas amigas, tengo un círculo nuevo y seguro que me escuchan y valor lo que digo.
Gracias, Señor, siempre escuchas mis plegarias.
